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NEGRITUDES Y BALNQUITUDES

Abiertos a todos los colores

 

Al decir de Walter Mignolo la colonialidad es la cara oculta y vergonzosa de la modernidad. Y al interior de este fenómeno, la blanquitud como acontecimiento de desviación identitaria es uno de los núcleos centrales. Sin colonialidad las posibilidades de desarrollo de ese mundo moderno habrían sido pocas; de la devastación, expoliación y saqueo del nuevo mundo se catapulto la razón, la ilustración, el progreso, la ciencia y el sistema moderno de las artes centroeuropeas, después del renacimiento.

 

Esta blanqitud se dio y se ha mantenido históricamente vigente en términos raciales, epistémicos, culturales y por supuesto a nivel de las sensibilidades, y se ha expresado de múltiples formas: como emulación del blanco o de la blanca en sus costumbres, patrones y valores, pero también en el padecimiento represivo del patriarcalismo heterocéntrico de origen juedeocristiano. Nos referimos aquí específicamente siguiendo a Bolivar Echavarria a “la visuibiidad de la identidad ética capitalista en tanto que está sobredeterminada por la blancura racial  (…) una compostura que denota blanquitud, y no blancura de raza, lo que impresiona en la representación de una nueva dignidad humana….” (Echavarria, Bolivar; 2010)

 

Esta blanquitud es interpelada aquí en uno de sus epicentros históricos por el mundo afrocolombiano del sur occidente del país que narra testimonialmente con particular  profundidad estos fenómenos.

 

Desde un telón de fondo blanco, emergen las marcas y las huellas de la esclavitud. Del fondo blanco-mestizo-moderno-colonial en donde se conservan idílicamente las imágenes históricas de las estirpes criollas que sucedieron en la administración del orden colonial a los españoles, se elevan como presencias críticas, en tensión, las siluetas de sujetos racializados, y de pensamientos y sueños cuya forma de resistencia  fue inclusive la transmutación del dolor en placer, el canto, la poesía que transformó la opresión en expresión artística.

                                                                                                                                                                                               Mario Valencia

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